Ivan Illich (1926-2002): El visionario que cuestionó las bases de la sociedad moderna
Ivan Illich fue mucho más que un crítico del sistema educativo. Fue un pensador radical que se atrevió a cuestionar las estructuras fundamentales de la sociedad industrial moderna. Su trabajo sembró las semillas de illi décadas antes de que existiéramos.
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Las ideas que cambiaron nuestra perspectiva
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"La Sociedad Desescolarizada" (1971) Illich demostró que las escuelas no educan mejor, sino que crean dependencia del sistema educativo. Propuso redes de aprendizaje horizontales donde las personas aprenden unas de otras según sus intereses y necesidades reales.
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"La educación más efectiva ocurre cuando las personas deciden qué, cuándo y con quién aprender."
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"Herramientas para la Convivencialidad" (1973) Distinguió entre herramientas que amplían nuestras capacidades humanas y aquellas que nos esclavizan. Las herramientas convivenciales son controlables por el usuario, creativas y fortalecen la autonomía.
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"Una herramienta convivencial es aquella que me permite hacer lo que quiero hacer, cuando quiero hacerlo, con la energía y el tiempo que yo decido invertir."
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"Némesis Médica" (1975) Mostró cómo la medicina institucionalizada crea más problemas de los que resuelve, separando a las personas de su capacidad natural de sanarse y cuidarse mutuamente.
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¿Por qué Illich hoy?
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En un mundo cada vez más digitalizado e institucionalizado, las ideas de Illich son más relevantes que nunca. Nos enfrentamos a:
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Sistemas educativos que no preparan para la vida real
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Tecnologías que nos vuelven más dependientes
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Instituciones de salud que nos alejan del bienestar integral
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Estructuras económicas que concentran poder
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llich nos enseñó que no necesitamos reformar estas instituciones. Podemos crear alternativas.
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De Illich a illi
Tomamos su espíritu crítico y transformador, pero lo llevamos a la práctica. Donde Illich diagnosticó los problemas, illi experimenta con soluciones. Donde él teorizó sobre redes convivenciales, nosotros las construimos.
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No somos seguidores ortodoxos de Illich. Somos herederos de su audacia para imaginar formas radicalmente diferentes de vivir y organizarnos.
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