​Los desechos de los peces nutren las plantas, mientras que estas filtran y purifican el agua para los peces, creando un ecosistema productivo y equilibrado.

 

Este sistema no solo es eficiente y sostenible, sino que también demuestra cómo la integración de tecnologías naturales puede producir alimentos frescos con un impacto ambiental mínimo.

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Los motores que se requieren para poner en circulación el agua son movidos con energía solar, integrando energías renovables al sistema.

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